En un año muy difícil para el sector de ocio y hostelería, el Grupo Trocadero aprovecha para pulir las joyas de la corona y termina un mérito asombroso la remodelación de su última incorporación pre-pandemia.
Trocadero Estepona se estrenó justo hace 2 años al público y aunque el resultado ya fuese excelente, la ambición del grupo quiso ir más allá y aprovechó el año critico del 2020 para darle ese nuevo toque, que ha hecho del Beach Club de Estepona un lugar único, quizás con la personalidad más extrovertida y cosmopolita de todo el grupo.
Cuando los demás empresarios se quedaban esperando que llegaran soluciones a una crisis planetaria, Dionisio Hernández-Gil, cabeza y alma del Grupo, saca el instinto felino de Trocadero y lo pone en mano del arquitecto Fernando Hernández-Gil, del estudio Lucas Hernández-Gil, para transformar el precioso club ubicado en la playa de El Ángel, frente al paseo marítimo de Estepona, en un lugar de ensueño. El más exclusivo de la ciudad.
Y así quedó: Trocadero Estepona inauguró el pasado martes 13 de julio con una fiesta mágica dedicada a los amigos y clientes y abre oficialmente sus puertas al público hoy.
Trocadero es de estas razas felinas que superan las crisis con más fuerzas, así que su eslogan “especie en expansión” le encaja perfectamente.
El nuevo Trocadero mezcla, en ambientes distintos, jardines, terrazas, porches, cabañas, brezo, madera, alfombras. Colores cálidos y vivaces, como el azul turquesa, el verde, el bermellón y materiales nobles como el bambú, la madera y la yuta confieren energía y buenas vibraciones a los espacios, que, a pesar de ser tan llamativos, nunca resultan sobrecargados y regalan una atmósfera de armonía y autentica diversión.
El gran esfuerzo arquitectónico, tanto en luces como en sombras, consiguió que las vistas al mar estén aseguradas desde cualquier mesa o asiento que el cliente elija para disfrutar su momento, de día como de noche. La zona de piscina está despejada, con perspectiva amplia y abierta al mar y una decoración fresca y ligera, al mismo nivel que la zona interior, pero más arriba de los jardines frente al mar.
Este juego de alturas ha permitido diferenciar también las ofertas culinarias, que en Estepona fusionan la gastronomía japonesa a la mejicana, además de la mediterránea y del típico espeto malagueño. Es decir, cualquier paladar va a quedar satisfecho y con una carta a medida que se puede apreciar en cada ambiente del Beach club.
La cocina abre a las 13.00 del mediodía y cierra a las 23.30 de la noche con una 1 hora de descanso entre las 17.30 y 18.30. Pausa donde es recomendable tomar un cocktail al borde de la piscina o un zumo refrescante en las hamacas frente a la playa.
La combinación de diferentes espacios y distintos niveles, hace que Trocadero Estepona resulte el destino ideal para celebrar eventos, fiestas, ocasiones especiales, tanto privadas como corporativas. Para eso podéis confiar en la experiencia de Alicia Centenera responsable de grupos y eventos, que estará encantada de cuidar cada detalle para asegurar que todo salga tal y como esperado.
El acceso al Beach Club es muy sencillo desde la salida de la autovía a la entrada de la ciudad y dispone de párking en frente para facilitar la estancia a todos sus clientes.
En la cocina, el chef Agustín González tiene la responsabilidad de haceros disfrutar tanto de recetas tradicionales, como de originales elaboraciones de pescados, carnes y mariscos. Con propuestas creativas de cocina japonesa y mejicana.
La zona de barra también es muy agradable, desenfadada y con una gran variedad de cocktails, champán y una carta de licores muy actual.
La dirección de club está en mano de Macarena Merello, Nicolas del Prado y Aitor Lozano Sanz, que ya estaban al mando desde su primera apertura, con gran capacidad de liderar un equipo profesional y muy volcado al servicio al cliente.
Y, como decíamos, que el Grupo Trocadero es una especie en vía de expansión, no podemos dejar de mencionar el nuevo proyecto en Málaga, un edificio de más de 1000 metros en uno de los mejores lugares de la capital.
En breve arrancarán las obras de remodelación y construcción de la antigua Casa de Botes para transformarlo en otro buque insignia del grupo, por un periodo de explotación de 25 años, en el que se invertirán alrededor de cinco millones de euros y que verá la luz en un par de años.
Por mucho que os queramos contar, no es nada comparado a vivir la experiencia in situ. Así que seguro que os ha entrado la curiosidad y las ganas de probarlo.
Para más detalles: https://grupotrocadero.com/restaurantes/trocadero-estepona/