Antonio Carmona y Niña Pastori ofrecieron anoche un recital flamenco de tronío en la cantera de Starlite. Ambos músicos se unieron en un espectáculo único, para el que colgaron el cartel de “no hay billetes”, por 16º vez en esta edición. Porque había ganas y muchas de disfrutar en la cantera de una sesión intensa con dos de los artistas más importantes del flamenco español.
Antonio Carmona fue el encargado de arrancar el recital en Starlite, donde un público expectante se arrancó a bailar tan pronto sonaron los primeros acordes del mítico No estamos locos, tras el que cantó junto a su sobrino Juan Carmona Mencanta: “Hoy es el cumple de mi padre, el maestro Juan Habichuela. Dedicado a ti, papi”, confesó a un entregado auditorio.
Y cantó mucho más, Carmona en Starlite, y pidió que unamos nuestras almas mientras sople el viento, con Camamasi; y quiso consumir toda su vida junto a ti, con La razón de mi existir y recordó que la primera vez que cantó en esta cantera fue con el fallecido Antonio Flores para, a renglón seguido, dedicarle la canción Pescailla al padre de su amigo.
Antonio Carmona, que derrochó flamenco-fusión y frescura, le cedió el testigo durante la segunda parte del concierto a su amiga del alma, Niña Pastori. La cantaora comenzó su parte del concierto volviéndose a enamorar con Y para qué; y fue la que canta cuando llueve, con Y dime quien soy; y la que no pudo verte sufrir por mí, en Bulería Imposible; y quien tiró una moneda al agua en Amor de San Juan… Todo un recital para el regocijo del público que la jaleaba.
A lo largo del espectáculo de Niña Pastori se vivieron momentos particularmente emotivos, como durante la interpretación de su tema Yo tengo una cosa, con el que se trasladó desde Starlite a la Habana y compartió escenario con Antonio Carmona, a la percusión, y con su madre, La Pastora al baile.
Niña Pastori, que lanzará su próximo disco para enero o febrero, como adelantó en el auditorio de Starlite, se dejó la piel en el escenario y cantó y bailó, y recordó grandes temas de su repertorio como Válgame Dios, con la inestimable colaboración de su público, Ya no quiero ser, Cuando te beso o Cai.
El broche de oro al espectáculo fue por bulerías, a lo grande, con Antonio Carmona, Niña Pastori y sus músicos, al cante y al baile para el deleite del público. Sin duda, un recital que permanecerá escrito con letras de oro en la historia de Starlite Festival.