Lunes, diciembre 16, 2024

Astenia primaveral y menopausia: sos hormonas

Cansancio, fatiga, apatía, dificultad para conciliar el sueño. Sí, ya está aquí la astenia primaveral, que cada año irrumpe un poquito antes. El cambio climático no se lo está poniendo fácil a quienes la padecen de forma acusada y tardan más en adaptarse al adelanto del reloj y a las condiciones climatológicas. Además, de nuevo, lo habitual es haber ignorado las recomendaciones de los profesionales médicos, que vienen repitiendo que a la astenia se le tiene que cortar el paso en nuestro organismo a través de la prevención. Esto es, mediante la suplementación previa de elementos que nos aporten vitalidad y que nos ayuden a mantener una higiene del sueño a prueba de cambios.

Pero si además de la irrupción inesperada de temperaturas más elevadas, de menos horas de sueño, se es mujer y se está pasando por la menopausia, puede que “tirar del cuerpo” estos días se convierta en un pequeño martirio. Los motivos, según explica desde Neolife el doctor César Montiel, tienen que ver con la manera en la que la disminución de la luz que recibe nuestro organismo impacta en nuestro ciclo circadiano y en la cantidad de hormonas que se producen. Al estar la mujer en el climaterio, parte ya de una disminución de los niveles de producción de hormonas, con lo que todos los síntomas de pérdida de energía física y psicológica pueden agravarse.

El círculo vicioso del sueño

Actúan, por un lado y distinta forma, la melatonina y la serotonina, afectadas por el cambio de luz. La primera se produce más durante la oscuridad y, al disminuir, se debilita su capacidad para inducir al sueño, con lo cual no sólo dormimos menos, sino peor, con un descanso menos reparador. A la serotonina, hormona vital en el estado anímico de las personas, le pasa lo contrario, a más exposición solar, mayores son sus niveles, lo que nos hace estar más activos. Esto, a su vez, nos dificulta conciliar el sueño temprano, por lo que se llega a un círculo vicioso del que algunas personas tardan más en recuperarse que otras.

Ocurre, como señalábamos antes, que la mujer durante la fase de menopausia ve bajar sus niveles de estrógenos, la progesterona y la testosterona. Los resultados, que difieren en cada persona, pueden ir desde debilitamiento del sistema músculo esquelético a problemas de carácter anímico, pasando por alteración de la función sexual, entre otros. También, y esto es importante, se tienen durante esta fase más problemas para dormir bien. Se llega así a un estado físico y anímico que, si al resto de la población puede durarle entre dos semanas y un mes, en la mujer en el climaterio puede estancarse y reducir su calidad de vida.

Terapia de reemplazo hormonal y suplementación contra la astenia en la menopausia

¿Soluciones? Desde estos centros antienvejecimiento trabajan en dos líneas. La primera, la reposición hormonal vía implantes subcutáneos  para regular los niveles bajos de hormonas que estén incidiendo no sólo en el bienestar sino en la salud de la mujer. La segunda nos lleva a la suplementación, siempre controlada y pautada tras un estudio personalizado. Por supuesto, todo ello combinado con la alimentación adecuada y el estilo de vida saludable.

Tres aliados de la dieta son en esta época de astenia primaveral el magnesio, el hierro y la vitamina C.

El magnesio ayuda a la producción de energía y a detener el proceso de envejecimiento en nuestros músculos y huesos. Muy fácil de conseguir en la lista de la compra, lo encontramos en las espinacas, los dátiles, los garbanzos, la carne de caza -como el conejo- o el pescado en lata: almejas y sardinas, por ejemplo.

Más conocida es la función del hierro, vital para el mantenimiento de la energía, ya que el cuerpo lo emplea para producir las sustancias que llevan el oxígeno a la sangre. Lo tienen en buena cantidad los huevos y las nueces, así como la carne de ternera. Y para la vitamina C, esencial en los procesos antiage, es bueno echar al carro de la compra tomates, brócoli y naranjas.

Más hierro, ginseng y vitaminas para recuperar la energía

Ahora bien, la inclusión de éstos y otros alimentos no es un asunto puntual. Es necesario siempre llevar una dieta equilibrada, no sólo para reponernos de estados carenciales o de las consecuencias de la astenia primaveral. La nutrición debe ser equilibrada y balanceada todo el año.

Ocurre que, por la calidad nutricional de algunos  alimentos o  a causa del estilo de vida, nos resulta difícil tener unos niveles de estos y otros elementos. Es entonces donde entra en juego la suplementación personalizada. La propuesta de Neolife, a través de Neoactives se basa en tres productos:

  • NeoVitamin Plus, con vitamina B12 y C, importante para la producción de energía en el cuerpo, mejorar la resistencia física y mental, podría ayudar a aliviar los síntomas de fatiga asociados con la astenia primaveral.
  • NeoMineral Plus, con hierro, ya que la deficiencia de este puede causar fatiga y debilidad, por lo que se recomienda a menudo a las personas con astenia primaveral que aumenten su ingesta de hierro.
  • NeoVital Boost, con el ginseng como ingrediente estrella, podría mejorar la resistencia física y mental, lo que podría ser útil para combatir la astenia primaveral.

Matiza, por último. el doctor Montiel, que no todas las mujeres en la fase de menopausia tienen los mismos síntomas, ni la misma falta de energía. También que si la sensación de cansancio y apatía persisten durante más tiempo es posible que se deba a otros factores. Algunas causas de la fatiga y el cansancio son el estrés, la falta de sueño, la mala alimentación, la falta de ejercicio físico, la depresión y otras enfermedades.

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