En su cuarta edición, que se celebrará en Marbella del 26 al 28 de septiembre, la cumbre internacional sobre Turismo Espacial y Subacuático, SUTUS by Les Roches, desvelará más detalles sobre uno de los proyectos más ambiciosos de turismo espacial: un hotel espacial con vistas a la Tierra.
“Para hacerlo posible, estamos desarrollando estaciones espaciales que proporcionan gravedad variable. La gravedad en el espacio proporciona a los visitantes un nivel de comodidad y accesibilidad al que están más acostumbrados en la Tierra: comer, beber, dormir e higiene personal”, explica Tim Alatorre, Director de Operaciones de la empresa estadounidense ABOVE SPACE.
“La intención es que la estancia en la Estación Pioneer sea de unos cuatro días, inicialmente. Abriendo así la oportunidad a los primeros visitantes no sólo de disfrutar como turistas, sino también de participar activamente en la investigación que puede llevarse a cabo más allá de nuestras fronteras terrestres”.
Con capacidad para alojar a 24 huéspedes, la idea de futuro es ampliar este complejo hotelero espacial para incorporar una amplia variedad de espacios y actividades de ocio.
“Nuestro objetivo es que, en unos diez años, unas vacaciones en el espacio sean accesibles a miles de personas”. El arquitecto también afirma que “tendremos ventanas desde las que ver la Tierra y las estrellas, juegos y deportes (…) además de simular lo que se siente al caminar sobre la Luna”.
Para Alatorre, “reducir los costes de viajar al espacio debe ser uno de los principales objetivos de los ingenieros, si queremos que el turismo espacial sea una realidad recurrente a medio plazo. Siempre, sin escatimar un solo céntimo en condiciones de seguridad y confort para los usuarios”.
Esta máxima es algo que se ha conseguido desde los años sesenta hasta la actualidad. Por aquel entonces, enviar un solo kilogramo al espacio exterior costaba unos 8.000 euros. Sin embargo, en los últimos cinco años, el esfuerzo conjunto de empresas públicas y privadas para reducir costes ha sido una realidad. Actualmente, llevar un kilo al espacio tiene un precio aproximado de 3.500 euros. Una tendencia que continuará a la baja en los próximos años, según afirma ABOVE SPACE.
