Qué Dani Garcia fuese excelente cocinero todos los damos por cierto, lo confirma la reciente atribución de la 3 estrella Michelin a su restaurante Dani García en Puente Romano.
Qué vaya siendo un excelente “marketologo” (pasad-me el término, quizás entre pronto en nuestro diccionario …) lo estamos viendo en los últimos años, aunque la noticia de ayer es la prueba tangible de que la vena marketing de Dani ha igualado y quizás supere la gastronómica.
El anuncio del cierre de su restaurante, en octubre de 2019, llevará al restaurante muchas más reservas y visibilidad que cualquier otra publicidad o campaña de marketing mucho más cara y estructurada.
Un golpe de maestro: bravo!
Además el enfoque emocional que ha dado a la noticia ha desencadenado una serie de reacciones que hablan por si mismas, sin necesidad de estimularlas, resultado excelente no solo en redes sociales, sino también en prensa clásica.
No nos olvidemos que Dani Garcia es empresario: al final los números tienen su peso y tienen que cuadrar.
La decisión de abrir una steak house en lugar de su 3 estrellas no es emocional, así como abrir un Bibo Flamenco y Tapas en el Aeropuerto de Málaga y su restaurante en el Four Season de Madrid, mientras estará hablando de gastronomía andaluza en un programa de la 1 de TVE.
“Llevar su visión de la gastronomía de Andalucía a todos los rincones y públicos del mundo” es su objetivo declarado: un reto que hace de Dani García uno de los principales embajadores de Andalucía en el mundo, enfocado en su marca personal, con un reto de marketing más que gastronómico, que probablemente resulte más rentable.
