Profesionales y directivos del sector hotelero de Málaga han participado en el debate organizado por el Grupo Vía en el Hotel Ilunion Málaga.
En la jornada, moderada por Mano Soler, director del campus de Les Roches Marbella, una de las mejores escuelas de formación hotelera del mundo, se ha analizado el potencial turístico y económico de Málaga en los próximos años, los últimos datos de ocupación, el nuevo perfil de turistas, las oportunidades de la Costa del Sol como destino y la candidatura de la capital a la Expo 2027.
Según Mano Soler: “El año 2022 ha devuelto la esperanza a la industria turística y el 2023 es el año que va a devolver la vida al sector. Estamos en una época nueva y muy esperanzadora, pero la incertidumbre siempre puede generar miedo. Nos encontramos en un momento histórico crucial para el turismo, en el que las medidas locales e internacionales son fundamentales y repercuten directamente en el éxito de nuestra industria. Málaga, capital líder en pernoctaciones, sirve como ejemplo”.
José Luque, director general de Fuerte Group Hotels y presidente de AEHCOS, aseguraba que Málaga ha superado los niveles de tráfico de turistas de 2019 y se encuentra en un proceso de expansión. “La pandemia ha traído una mayor necesidad de disfrute, de vivir nuevas experiencias. Siempre se han dedicado muchos recursos a la promoción, pero creo que estamos ante una época en la que debemos reflexionar sobre los recursos que dedicamos a la gestión”. En esta línea, María Herrero, co-fundadora de B Bou Hotels, ha notificado que en los últimos tiempos “ha habido un cambio de paradigma en todo el proceso turístico, desde las reservas hoteleras hasta las actividades de ocio dentro de Málaga. Eso sí, Málaga sigue siendo una de las grandes beneficiarias, si no la que más, de inversiones por parte de turistas españolas e internacionales”.
Gonzalo Armenteros, director de Soho Boutique Hotels, destacaba la labor de la provincia: “En Málaga ya sabemos cómo actuar. Hemos tenido un auge en los últimos 15 años, porque hemos trabajado por congregar una gran cantidad de festivales de música y eventos que mezclan el placer con el negocio. Somos ejemplo de turismo y ocio. Nos hemos consolidado como ciudad cosmopolita, que es perfecta tanto para vivir como para viajar”.
Mariola Valladares, directora general de Gran Hotel Miramar, ha querido compartir sus previsiones en relación al lujo: “El sector hotelero desea prosperar y alcanzar los niveles de nuestra vecina Marbella, donde reina el turismo de lujo. Nuestra labor está en vincular los servicios y las infraestructuras a ese perfil más premium, que finalmente derivan en sostenibilidad para el destino y en capacidad de soporte de la ciudad para el sector”. Mar Almagro, por su parte, explicaba que “Málaga y Marbella tienen que trabajar de manera conjunta, ya que el turismo de una repercute en la otra. Tenemos que trabajar por convertirlas en ciudades más inclusivas y responsables con todos los sectores, que es lo que al fin y al cabo buscan los turistas”.
Para Patricia Rodríguez, general manager de Hotel Marugal – Palacio Solecio, “convertir a Málaga en un destino premium y de lujo, además del destino líder en volumen de turistas que ya es, pasa por diversificar y subir los precios medios para cuadrar los servicios de lujo que ofrecemos. Las tarifas siempre tienen que ir acordes a la calidad”.
Sobre el año 2023, Joost Kruisen, general manager de La Zambra Hotel, apuntaba directamente a los turistas extranjeros como los protagonistas de las acciones a llevar a cabo: “tenemos que atraer en todo momento a viajeros de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, que en los últimos años han perdido presencia en la Costa del Sol y que suponían el 80% de la segmentación hotelera, la principal fuerza de venta”. Jonathan Gómez, director de Turismo de Málaga, puntualizaba que “el turismo, además, debe ser de calidad. Para recuperar este público, debemos saber cómo dirigirnos a ellos para crear estrategias y ofrecer experiencias personalizadas a cada perfil”.
Según Jonathan Gómez, Málaga se sitúa como una de las pocas ciudades cuyo turismo no es estacional, ya que “no muestran picos en ningún momento del año. Hay una ocupación del 95% durante todo el año, gracias a que se potencia el papel de la ciudad a través de los eventos de índole nacional, como lo ha sido el reciente Festival de Málaga”. Esto se debe, de acuerdo con Mariola Valladares, a que “el modelo de negocio no es solo vacacional. La diferenciación y el posicionamiento como destino de calidad y de lujo son claves para atraer al público y aportarle valor añadido al destino, que ya cuenta con una localización muy estratégica”. La ampliación de las conexiones aéreas y ferroviarias de Málaga han facilitado la comunicación, han empoderado al destino y han seguido atrayendo turismo, conservando el mercado nacional pero, sobre todo, buscando una reexpansión y recuperación de los perfiles más internacionales.
Patricia Rodríguez y Joost Kruisen han coincidido en la necesidad de seguir trabajando en el sense of place, pieza fundamental del éxito de Málaga como destino. “Málaga ha creado una oferta sumamente diversificada, que atiende a todos los segmentos del sector turístico a través de su oferta cultural, gastronómica, museística y de ocio. La capital de la Costa del Sol está mucho mejor valorada por los clientes extranjeros, y hay que reforzar esa percepción y valores que proyecta”.
Uno de los temas que más preocupan en el sector es volver a atraer talento joven tras unos años en los que muchos abandonaron la profesión. Jose Luque ha explicado que “hay que ofrecer más facilidades a la gente joven que se adentra en el sector. Hay que rotar los turnos y realizar un trabajo de seducción, enseñarles a empezar desde abajo para llegar a ser los grandes directivos que buscan ser, además de mejorar nuestra imagen como empleadores”.
Para concluir, los ponentes han ubicado a Málaga como una ciudad puntera en el turismo, con enormes posibilidades de desarrollarse desde la sostenibilidad económica, tecnológica y social.