El trabajo de hostelero parece muy divertido y entusiasmado desde fuera, pero requiere un esfuerzo y una dedicación muy superior con respecto a otros negocios propios. Además requiere una inversión importante por tener un nivel competitivo adecuado y en la mayoría de los casos ese factor desanima a muchos jóvenes empresarios que, aunque con ganas, no se atreven a cumplir ese paso.
Pero vez en cuando sale alguna buena ocasión y hay que atraparla rápida. La de hoy es una de ellas.
En pleno centro, aunque en zona un poco más residencial y al lado de colegios, se traspasa un bar cafetería muy bien montado, funcionando a pleno régimen desde hace 1 año y con la mayoría de clientes fijos.
El local se ha reformado entero, tiene todas sus licencias y permisos en regla, una cocina pequeña pero equipada y funcional, una sala muy coqueta y una terraza que hace esquina, bien orientada. Tiene un estilo joven e informal, una cocina variada, fácil y asequible, lo que permite llenar el local pronto para el almuerzo, pero también seguir teniendo clientes a lo largo del día con desayunos, bocadillos, tartas, zumos, tapas, aperitivos, etc.
Actualmente tiene un horario solo diurno, de 8 a 19 de la tarde, y cierra los sábados por la tarde y domingos, no obstante tendría el potencial para seguir abierto todos los días y hasta las 21-22.
Las principales ventajas de este negocios son los gastos de gestión que son muy reducidos: 1.000 euros alquiler mensual, una gestión familiar (2-3 personas son suficientes para mantener ese horario), facilidad con proveedores, una carta sencilla sin desperdicios, bajos gastos de suministros. La facturación es buena y el ambiente de trabajo muy familiar, nada que ver con el estrés del turismo que conllevan otras ubicaciones.
Se pide 49.000 de traspaso, negociables para una venta rápida.
Para más detalles escribir a info@vivimarbella.com
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