Ian Anderson y sus legendarios Jethro Tull tocarán el próximo miércoles 21 de febrero de 2024 en el Teatro Cervantes de Málaga. La banda británica, uno de los más originales ejemplos del rock progresivo de los años setenta del pasado siglo gracias a su gusto por el folk, el jazz y la música medieval y a la teatralidad de sus conciertos, vive una tercera juventud con giras por medio mundo y nuevos álbumes de estudio en su mochila. Jethro Tull llegarán a Málag a cargados de bastantes de sus éxitos de los setenta y ochenta y algunos de los temas de sus nuevos trabajos, The zealot gene (2022) y RökFlöte (2023), con una formación en la que además de la voz y la flauta de Anderson figuran Joe Parrish a la guitarra, John O’Hara a los teclados, David Goodier al bajo y Scott Hammond a la batería. Las entradas para verlos salen hoy mismo a la venta en todos los canales de los teatros municipales de Málaga por un precio de entre 24 y 80 euros según zona. La puesta en escena de la nueva gira de Jethro Tull combina un impactante diseño de luces con una gran pantalla de vídeo que ejerce de hilo conductor de un concierto que dividen en dos partes de 45 minutos separadas por un descanso. El líder, compositor y ‘front man’ del grupo, Ian Anderson, conserva todo su magnetismo sobre las tablas, derrocha carisma y tira de su conocida gestualidad, incluyendo su personalísima forma de tocar la flauta travesera como si fuera un flamenco, sobre un solo pie. Las crónicas de sus más recientes actuaciones cuentan que repasan gran parte de su época dorada, desde su segundo álbum, Stand up (1969), hasta sus grabaciones de los primeros ochenta, como A (80) o The broadsword and the beast (82), pasando por las piedras angulares de su discografía, como Aqualung (71), This as a brick (72), Too old to rock ‘n’ roll: Too Young to Di e! (76), Songs from the wood (77) o Heavy horses (78). Nacido en Escocia en 1947, Ian Anderson estudió artes en el área de Blackpool (noroeste de Inglaterra), adonde su familia se había trasladado desde Edimburgo. Allí empezó a tocar con un puñado de amigos con los que se desplazó en 1967 a las afueras de Londres para estar cerca del epicentro del imparable movimiento juvenil de la época. Tras varios cambios de nombre, se quedaron con el de Jethro Tull, un inventor y agricultor del siglo XVIII, y empezaron a ser habituales del londinense Marquee Club, donde llamaron la atención tanto por la incorporación de la flauta a su sonido como por las poses y payasadas de un Anderson que vestía andrajos, brincaba y soplaba su instrumento sobre una sola pierna. Tras un primer álbum en el que aún seguían la senda del blues-rock imperante en las islas británicas (This was, de 1968), la incorporación a la banda del guitarrista Martin Barre para su segundo disco (Stand up, 1969) terminó por consolidar un sonido único en el que se mezclaban en partes diversas riffs de hard rock, ecos del jazz y del blues, dejes medievales y melodías folk conducidas por la flauta travesera de Anderson. Su gusto por la música clásica, especialmente el barroco (es muy conocido su arreglo jazzístico de la Bourrée de Bach), sus surrealistas, irónicas y densas letras sobre dios, la fe, la alienación y los ritos de la cristiandad y sobre todo la teatralidad de la puesta en escena del líder, que no en vano traía de casa conocimientos de ballet, completaron la pócima. Su momento de mayor gloria llegó en el periodo 71-73, con Aqualung (1971), Thick as a brick (1972) y A passion play (1973). A finales de los setenta, en plena revolución punk, Anderson y compañía regresaron a las fuentes del folk con Songs from the wood (77) y Heavy horses (78), y ya en los años ochenta intentaron experimentar con la electrónica. Renacieron en plena efervescencia del heavy glam de los segundos ochenta con el regreso al hard rock de Crest of a knave, publicado en 1987 y que consiguió el Grammy de 1989 a Mejor Hard Rock/Heavy Metal Performance, un galardón que arrebataron inesperadamente a los favoritos, nada menos que Metallica. El guitarrista Martin Barre fue el único antiguo miembro que siguió acompañando a Anderson en todas sus formaciones hasta que ambos se separaron en 2011 y la banda hizo una pausa. El regreso de Jethro Tull, con una gira anunciada a finales de 2019 y truncada por la pandemia, se concretó en 2022 con la edición de The zealot gene, primer disco con nuevo material desde J-Tull dot com, de 1999, y la subsiguiente gira mundial. Ya en abril de este 2023 apareció RökFlöte, álbum que relaciona la mitología nórdica con nuestro presente y que comienza con un ‘spoken word’ de la islandesa Unnur Birna Björnsdóttir, que introduce una docena de canciones de rock definidas por la voz de Anderson, las guitarras y las flautas marca de la casa. |