El chef malagueño reabre Patanegra 57 con las máximas medidas de seguridad, dos menús especiales y su revolucionaria apuesta por el I+D.
La excelencia vuelve a la normalidad en Patanegra 57, uno de los templos gastronómicos de la Costa del Sol, gracias a las sabias manos de un chef como Sergio Paloma. Perteneciente a una segunda generación de cocineros, su revolucionaria apuesta por el I+D, con un equipo específico a la vanguardia en técnicas y selección de los productos locales, coloca en posición privilegiada a su restaurante.
En pleno corazón de Nerja y a muy pocos metros del Balcón de Europa, esa atalaya marítima que presume de ser el enclave más visitado de toda la Axarquía malagueña, Paloma acaba de reabrir Patanegra 57 con “las máximas garantías y medidas de seguridad ante el Covid-19, así como dos menús enmarcados en una iniciativa como la Cocina del Retorno, que respaldan Marbella All Stars y Sabor a Málaga”, manifiesta este alumno aventajado de Martín Berasategui y de algunos de los más prestigiosos chefs de La Cónsula, la escuela de hotelería donde dio sus primeros pasos. Paloma ha aunado como pocos cocineros en la Costa del Sol una herencia de décadas acumulada por sus padres y las técnicas más modernas, con su periplo por los más prestigiosos fogones. Aún recuerdan esa innata capacidad de experimentar y buscar nuevos caminos en la gastronomía en Puente Romano o en San Sebastián.
“Con los nuevos menús, celebración y gourmet, que acabamos de presentar en Patanegra 57, queremos volver a la normalidad, retomar la vida que durante estos últimos seis años nos ha permitido investigar y aplicar nuevas técnicas a nuestros productos de kilómetro cero. Nuestro secreto se basa en la cercanía, en el trato directo y muy próximo al comensal”, argumenta este joven chef en cuya bodega el cliente va a poder encontrar más de 2.500 caldos con los que regar unos irrepetibles manjares.