El exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguraba este mediodía, en el entorno de los encuentros de Diálogos para el Desarrollo, que el sector empresarial malagueño ha demostrado con creces su adaptación a los nuevos escenarios post covid, creciendo no solo en el sector turístico, sino también en el agroalimentario en materia de exportaciones. “Hay un claro interés del inversor extranjero, sobre todo en el sector inmobiliario. Por detrás de Madrid y Barcelona, Málaga está, sin lugar a dudas, en el tercer lugar como atractivo para realizar inversiones en su conjunto residencial”.
En el evento, que también contó con la presencia de Miguel Sebastián, exministro de Industria, Turismo y Comercio, se debatió sobre el futuro a medio y largo plazo de las empresas españolas, y especialmente sobre la realidad del tejido empresarial malagueño, en relación al cambio del modelo productivo tras la pandemia.
Ambos ponentes coincidieron en que, a nivel nacional, esta recuperación ha empezado de una forma asimétrica e incompleta, que necesitará de una inyección económica, sobre la que De la Serna apuntaba que aún nos queda por delante el gran reto de fortalecer la colaboración público-privada. “No tenemos una administración bien engrasada en la experiencia de proyectos de colaboración público privada. Es cierto que existe el Plan Nacional de Recuperación de Transformación y Resiliencia, pero a mi juicio adolece de falta de concreción en algunos de los proyectos. Y esto me hace dudar de que los proyectos finalmente se financien.”
La cita organizada por Management Activo y patrocinada por Cajamar, Crédito y Caución y Sage, en esta ocasión bajo el título, ‘Necesitamos Re-setearnos’, también abordó el tema de los riesgos que supone la transformación digital. De cómo las empresas deben cambiar su cultura, empezando por los propietarios y directivos de las compañías, sin olvidar, como apuntaba De la Serna, la necesidad de implantar en las empresas una estructura dedicada a la transformación digital. “Hay nuevas áreas de riesgo, como es el caso de la ciberseguridad y de la privacidad de los datos, que pueden dañar mucho el funcionamiento de las empresas, como hemos podido comprobar recientemente en casos como los de Adif, Endesa o el SEPE.”
En el ámbito más local, Sebastián apuntaba, por un lado, que Málaga tenía una gran oportunidad de negocio en el sector de las energías renovables y en general en el sector relacionado con el medio ambiente. “Es una actividad que ya tienen bastante avanzada con proyectos como Smart City, pero en la que deben seguir profundizando con la integración del vehículo eléctrico y el modelo turístico voluntarista.” Y también añadía la necesidad de ampliar mercados, cambiando el modelo de promoción. “Hay países como China, Singapur o Australia, donde hay que hacer mucha promoción de la marca España, adaptando la oferta turística a estos nuevos visitantes.”