Anoche Sara Baras inundó de arte la cantera de Nagüeles para iluminar con su “Sombras” el escenario Auditorio. Un espectáculo que enmudeció al público que disfrutaba del privilegio de ver a la artista y su compañía en uno de los enclaves “más especiales, al que siempre quieres volver”. Ese embrujo hipnotizó a la audiencia durante las casi dos horas que dura el espectáculo. Solo las ovaciones y los sentidos aplausos se escucharon junto con el taconeo, la música y la voz del maravilloso Israel Fernández.
Las luces y las sombras son protagonistas de la nueva propuesta de Sara Baras jugando con las siluetas, los ambientes y los colores. Diferentes piezas que encajan para ofrecer un auténtico recital de maestría y emoción sobre las tablas. Enérgica, apasionada, sentida, calmada, fuerte; anoche la gaditana mostró tantos registros como sentimientos, una lección de raza y derroche artístico.
Las palabras que van hilando el espectáculo, son versos de Santana de Yepes, que , en la voz de la propia Sara, van guiando al espectador por los diferentes planos de estas “Sombras” que se dibujan tan nítidas y sugerentes que llegan a envolver a quien las observa. Cada elemento es importante y adquiere un sentido en esta historia, instrumentos tradicionales flamencos se fusionan con viento y otros sonidos que logran unas melodías únicas e innovadoras. Cada pieza, cada vestuario, cada propuesta, cada baile y cante, son imprescindibles para entender estas “Sombras”.
“Para mí Starlite es ya casi mi familia, siempre quieres volver a un lugar así, y me siento afortunada de poder seguir viniendo”, una fortuna que fue de todos los presentes, porque el alma que se dejó en el escenario, resultó ser uno de los privilegios más preciados para el público, que no dudó en levantarse de sus asientos para agradecerle en forma de ovación su exquisito trabajo.
Agradecida, finalizó su actuación saludando a Starlite y ofreciendo su cariño por el público, que no dejaba de aplaudir toda la luz que habían desprendido sus “Sombras”.